Consejos para una terapia psicológica exitosa

Comenzar una terapia psicológica es una decisión complicada pero una vez tomada, tenemos que poner todo de nuestra parte para que el tratamiento sea exitoso. Aquí van algunas recomendaciones que a través de mi experiencia veo fundamentales para que el paciente experimente mejoría en su estado de ánimo y en su vida.

  1. Comprometerse con la terapia. Es fundamental que el paciente priorice ese espacio de terapia. Es una manera de dar importancia a su salud y darse importancia a él mismo.

  2. No llegar tarde y no anular citas. Si el paciente es consciente que está en tratamiento psicológico y que quiere cambiar pautas en su vida. No debe llegar tarde ni anular las citas sin antelación. Este tipo de pacientes con un perfil no comprometido no deja de reflejar una tónica en su vida. Es decir, si el paciente quiere empezar a salir a su hora en el  trabajo porque le afecta a su vida familiar, si cancela las citas o llega tarde por esta cuestión, no podrá modificarlo tampoco en otras áreas de su vida. El tiempo de terapia es un reflejo de nuestra vida real.

  3. Realizar las tareas que marca el terapeuta. Las tareas extra terapia existen porque tienen una función. El terapeuta no puede estar 24 horas con el paciente en su vida real, sólo está en una o dos horas a la semana. Por lo tanto, las tareas que se mandan a lo largo de la semana son para que el paciente pueda ir avanzando en sus cambios y se refuerce el trabajo hecho en sesión.

  4. No ofrecer resistencia al cambio. Es algo fácil de decir pero normalmente los pacientes tienen mecanismos de defensa para seguir en su vida actual sin cambiar nada de su entorno. Por lo cual es imposible que por «arte de magia» mis problemas se modifiquen. Yo soy quien ejerce el cambio en mi entorno. Dejar de rodearme de personas tóxicas, alejarme de miembros de mi familia que me resultan dañinos, poner límites a jefes, empezar a hacer deporte y llevar una vida saludable, dejar  a esa pareja que no me hace feliz… esos cambios con ayuda del terapeuta, debe realizarlos el paciente y realmente es el único que tiene el control total sobre su vida.

  5. Ser sincero con el terapeuta. Si ocultamos información o mentimos, la terapia deja de tener sentido. Ya que el profesional de la psicología no va a poder ayudar a esa persona plenamente. No hay que tener miedo a contar cierta información. Un terapueta jamás va a juzgar al paciente por lo que le cuente sino que va a buscar una explicación a ese comportamiento y una herramienta para poder cambiarlo. Si se siente vergüenza o se tiene miedo a contar alguna cosa, hay que comunicarlo y decirle  lo que nos preocupa. De esta forma, el terapeuta tranquilizará al paciente y que la terapia será un lugar de confianza y relajación.

Espero que estos consejos te hayan acercado un poco más al mundo de la terapia psicológica y te sean de ayuda a la hora de comenzar o continuar un tratamiento.

Un cordial saludo,

Patricia